PROLOGO:
NOTA PERSONAL
ACERCA DEL ORIGEN DE
ESTE ESTUDIO
Mi estudio
aborda uno de
los temas menos
analizados y por
tanto uno de
los más controversiales de la historia
socio-cultural de la
llegada, introducción y
etapa inicial del association football inglés
en México: el
problema de la
ubicación geográfica y
del referente real
(objeto o entidad)
de lo que
podría y debe
considerarse, dicho sea
con propiedad, como
“La Cuna del
Futbol Asociado Inglés
en México”, y
no, “La Cuna
del Futbol <Mexicano>” como
han venido sosteniendo
erróneamente desde principios
del siglo XX
todos quienes se
han manifestado en
forma oral o
escrita y de
manera superficial (“de
pasadita”) acerca del
tema.
Debo señalar
que mi estudio
se desarrolló en
forma nada convencional
y que lo
que motivó la
investigación dependió de
la casualidad ya
que mi primer
contacto con el
futbol asociado tuvo
lugar en Orizaba,
Veracruz donde crecí,
me desarrollé y
progresé como persona,
estudiante y futbolista
hasta la edad
de veintidós años,
y donde a
los once años
de edad (1961)
también escuché por
primera vez que
Orizaba era la cuna del
futbol <mexicano>, pero
sin comprender por
qué decían eso
mis coterráneos.
También fue en “la
pluviosilla” donde percibí
que para mis
amigos de escuela,
del barrio, de
equipos de futbol
y la gente
mayor, era motivo
de orgullo cívico
decir que Orizaba
es la cuna
del futbol <mexicano>, que
se sentían identificados
deportivamente o unidos
como ciudadanos con
tal creencia, y
que les provocaba
enojo saber que
había pobladores de Real del
Monte y Pachuca,
Hidalgo, reporteros y
comentaristas de radio
y televisión, lo
mismo que investigadores, historiadores
o autores de
libros que opinaban
que no era
nuestra ciudad la
cuna del futbol
<mexicano>, sino Real
del Monte o
Pachuca; pero nunca
imaginé el por
qué de su malestar al
respecto, pues lo
único que argumentaban
es que sí
lo era Orizaba
porque fue donde
se jugó por
primera vez un
partido de futbol
y se formó el primer
equipo (sin precisar
fechas, lugares ni
personajes) y además,
porque el Orizaba
Athletic Club fue
el primer campeón
del futbol <mexicano> en
1902-1903.
Con estas
dudas acerca del
tema de la
cuna del futbol
<mexicano>, (que para
mí no tenía
importancia alguna) a
la edad de
23 años me
fui a radicar
a la ciudad
de Toluca, debido
a que luego
de ser campeón
invicto con el
equipo Orizaba F.C.
de Tercera División
profesional (temporada 1971-1972),
en 1973 fui
contratado como portero
por el equipo
de los “Diablos
Rojos” de primera
división profesional, donde
jugué cuatro temporadas
y estudié la
carrera de Sociología
hasta 1977. Luego pasé
a las filas
del Puebla en
la temporada 1977-1978,
y en las
temporadas 1978-1979 y
1980-1981 estuve en
el Atlante-IMSS, tiempo
durante el cual
escuché discutir a
algunos comentaristas de
televisión como Fernando
Marcos y Angel
Fernández, entre otros,
acerca de la
cuna del futbol
<mexicano>, sin que
ninguno dejara en
claro, con pruebas
irrebatibles, quien de
Orizaba, Pachuca o
Real del Monte
merecía realmente el
título y reconocimiento en
disputa, ya que
únicamente sostenían sus
juicios con base
en donde se
había jugado por
primera vez un
partido reglamentario o
se había fundado
el primer equipo,
pero sin precisar
fechas, lugares y
personajes ni presentar pruebas documentales
originales o fuentes
primarias de información.
En 1979,
cuando militaba en el Atlante-IMSS,
inicié la Carrera
de Ciencias de
la Comunicación en
la Universidad Autónoma
Metropolitana Unidad Xochimilco
la cual terminé
en 1983, y
como en 1982
me había retirado
del futbol profesional
entré a trabajar
en el Canal
13 de IMEVISION
(hoy TV Azteca)
de 1983 a 1986,
luego trabajé en
Televisa entre 1986
y 1990, y
en 1991 me
fui a radicar
a Xalapa, Veracruz, donde permanezco
desde entonces trabajando
como productor, reportero
y conductor de
programas científicos y
culturales en la
Coordinación de Medios
Audiovisuales de la
Universidad Veracruzana.
Fue en
Xalapa donde me
enteré por medio de internet
que la disputa
que había, por
lo menos desde
1960 por el
título y reconocimiento de
la cuna del
futbol <mexicano> parecía
llegar a su
fin, cuando el
17 de octubre
de 2001 la
directiva del Club
Pachuca presentó el
libro “Pachuca, cuna
del futbol” escrito por
el historiador Carlos
Calderón Cardoso por
encargo del mismo
Club Pachuca y
del Gobierno del
Estado de Hidalgo,
y ante la
complacencia de la Federación Mexicana
de Futbol y
de las dos
televisoras más importantes
del país, proclamó
en cobertura nacional
que Pachuca es
la Cuna del
Futbol, contando también
con el silencio
de los periodistas
y comentaristas deportivos,
que no cuestionaron
en absoluto la
postura de Jesús
Martínez Patiño y
Andrés Fassi, quienes
además registraron la
expresión “Cuna del
Futbol” como marca
comercial ante el
Instituto Mexicano de
la Propiedad Industrial,
agregaron al escudo
del equipo Pachuca
una franja horizontal
con los colores
de la Bandera
Nacional y se
autonombraron “El equipo
de México”, el
cual, para mí,
eran “Las chivas
rayadas” del Guadalajara.
Lleno de
curiosidad, deseoso por
despejar la duda
que tenía desde
niño y conocer
debido a cuáles
argumentos y pruebas
Pachuca era, según
los directivos del
club, “La Cuna
del Futbol”, y no
Orizaba o real
del Monte, compré
y leí detenidamente
el libro de
Carlos Calderón Cardoso
en busca de
la explicación y
las pruebas que
certificaran la proclama
de los directivos
del Club Pachuca,
pero quedé más
intrigado y lleno
de incertidumbre que
antes.
El trabajo de
Carlos Calderón Cardoso, “Pachuca: La
cuna del futbol”, posee una línea editorial semejante
a las obras deportivas publicadas por Editorial Clío (donde
el historiador tiene
un cargo), y de éste se desprenden numerosos artículos
publicados en la revista oficial “Tuzoccer” y en su página de Internet.
Esta versión
particular de Carlos
Calderón Cardoso intenta ser precisa y académica, pero comete el error de omitir
fechas, nombres y
fuentes de los
inicios del futbol
inglés en México,
pretendiendo legitimar un repertorio de acontecimientos del pasado sin
pruebas objetivas que lo refrenden.
Además, la
obra “Pachuca: cuna
del futbol” es
exclusiva y selectiva, ya
que del amplio abanico de
acontecimientos disponibles en el
tiempo, en la
bibliografía y en
la tradición oral
acerca de los
inicios del futbol
inglés en México,
Carlos Calderón eligió
únicamente los que
convinieron a sus
intereses y objetivo, en
tanto que otros
como los de Real del
Monte, Orizaba y
la ciudad de
México, los descartó.
En “Pachuca, la cuna del
fútbol ”, Cardoso expone con suficiencia de detalles la historia del club e
intenta tejerla con
hechos distintos, partiendo desde aquel pasado mítico de cuando
los “ingleses” llegaron a la región
hidalguense hasta la actualidad
con la intención
de hacerla parecer
una trayectoria lineal
de 100 años
del Pachuca. Pero
está confirmado y
aceptado por los
propios reporteros de
su revista oficial
“Tuzoccer”, y hasta
inconscientemente por el
mismo Calderón Cardoso,
según veremos más
adelante, que el
equipo llamado Pachuca
Athletic Club desapareció
de 1921 a 1934 y
reapareció en el
nivel profesional en 1951,
año en que
militó en la
naciente Segunda División;
que desapareció nuevamente
en las temporadas
1974, 1977 y 1979;
y que en
1995 se transformó
en una empresa
comercial privada que
nada tiene que
ver con los
equipos anteriores: La
Promotora del Club
Pachuca, filial del
consorcio o corporativo Grupo
Empresarial Pachuca.
La importancia de la
investigación de Carlos Calderón
Cardoso queda reflejada en la
vasta bibliografía consultada (local y nacional) y
los numerosos archivos, museos,
hemerotecas y fototecas visitados. El
agravante de la obra es que todas las afirmaciones vertidas por
Carlos Calderón Cardoso no están acompañadas
de la cita de fuente correspondiente, que
incurre en muchas
contradicciones e incongruencias y
deja, entre los lectores más exigentes, un aire de incertidumbre y
sospechas.
Cabe señalar,
además, que en
2001 los directivos
del Club Pachuca
pusieron a la
venta gran cantidad
de playeras y objetos de
recuerdo que tienen impresa la
leyenda 1901-2001, con
la intención de
dar a entender
a la afición
mexicana que 1901 fue el año de la
fundación del actual equipo
y de los
inicios (la cuna)
del futbol inglés
en México, aunque Carlos
Calderón Cardoso señala
en el libro
“Pachuca: cuna del
futbol” que fue
en noviembre de
1900, y que
nosotros nos enteramos
en 2004 que,
según el diario
The Mexican Herald
de 1895, el
Pachuca Athletic Club se fundó
en ese mismo
año de 1895,
un año después
que se fundó
el Reforma Athletic
Club el 20 de marzo de 1894.
Lo que
cabe destacar aquí
es la actitud
pasiva del historiador
Carlos Calderón ante
el hecho de que
quienes
le encargaron la
investigación no hayan
respetado su trabajo
ni su prestigio,
lo hagan aparecer
como cómplice de
una falsedad histórica
y pongan en
duda su dignidad,
su ética profesional
y su honorabilidad, pues también tiene
un cargo en el Museo
y Salón de
la Fama del
Futbol de la
empresa Promotora Pachuca
y ello da
lugar a pensar
que se sometió
a los caprichos
de unos de
sus patrones.
Pero más
que una proclama,
lo hecho por
la directiva del
Pachuca y Carlos
Calderón Cardoso en
2001 fue una
imposición informativa
mediática sobre la
afición hidalguense y
pachuqueña, los televidentes
y la población
mexicana, en general,
porque el historiador
no presenta el
acta fundacional del
equipo Pachuca Athletic
Club, no explica
porque el hecho
de haberse formado
el supuesto primer
equipo de futbol
en México en
la ciudad de
Pachuca le confiere
a esta el
título, y ni
siquiera expone una
definición o concepto
de lo que
entiende por “Cuna
del Futbol”, lo
cual es requisito
indispensable del rigor
de la metodología
de la investigación
histórica.
Además, como
es sabido, los
medios de difusión
masiva se han
convertido en los
intérpretes de la
Historia de México
y los informadores
oficiales de la
ciudadanía mexicana, que
en su mayor
parte y por
desgracia no conoce
ni lee ni
investiga acerca de
la historia del
futbol en México
y tiene como
único o principal
medio de información
las dos televisoras
más importantes del
país, cuyo poder
mediático hace que
todo lo que
afirmen sus dueños,
clientes, socios y
voceros se convierta en
verdad.
Fueron estos
hechos mediáticos los
que despertaron mi adormilada formación
académica en Sociología
y Comunicación, orientada
a la investigación
de la influencia
y aculturación que
ejercen sobre sus
públicos los medios
de difusión masiva
y las industrias
culturales en todo
el mundo y
en México, y
los que motivaron
también mi interés
profesional por el
tema de la
llamada erróneamente “Cuna
del Futbol en
<Mexicano>”, ya que
hasta donde sabía
en ese entonces
el juego se
denomina Football Association
o Futbol Asociado,
nació o se
inventó en Londres,
por lo que
es inglés y
no mexicano, además
que de acuerdo
con mi formación
profesional y mis
conocimientos sobre la
cultura, teoría del
lenguaje, lingüística, sintaxis,
semántica, pragmatismo y
semiótica, la expresión
“Cuna del Futbol”
tiene un significado
lingüístico denotativo y
una significación connotativa
cultural y literaria
que no se
corresponden con el
uso pragmático, personal
e interesado, que
hacen de la
expresión los directivos
del Club Pachuca
y Carlos Calderón
Cardoso, lo mismo
que otros investigadores, cronistas,
reporteros, comentaristas a
quienes escuché hablar
del tema y
pobladores de Pachuca,
Real del Monte
y Orizaba que entrevisté tiempo
después.
Así que a partir
del año 2001
empecé a adquirir
la bibliografía más
relevante e influyente
acerca del tema
y a recolectar
datos y materiales
en Veracruz, Xalapa,
Córdoba, Orizaba, Río
Blanco, Puebla, la
ciudad de México,
Real del Monte
y Pachuca, con
el propósito de
realizar una investigación
lo más profunda
y específica posible
acerca de la
cuna del futbol
asociado inglés en
México, de acuerdo
con mi “tiempo
libre” del trabajo
( fines de semana,
días festivos y
vacaciones) mis capacidades
y recursos personales,
ya que tanto
la iniciativa, el
enfoque metodológico y
la revisión de
la investigación como
los gastos derivados
corrieron por mi
cuenta, y a
ello se debe,
en gran parte,
que el desarrollo
de este estudio
haya durado 12
años.
Casualmente, en
una de mis
primeras incursiones en
la WEB me
encontré con una
excelente tésis de
maestría titulada “La
dinámica del futbol
en México. La
construcción de identidades
deportivas en torno
al club de
futbol Pachuca en
nuestros días”, cuya
autoría es de
Gabriel Angelotti Pasteur,
a quien agradezco
su publicación en www.dfdeportes.com/revista digital.
La lectura
analítica de su
profundo y profesional
estudio no sólo
provocó que volvieran
a mi mente
las imágenes de
mis coterráneos de
Orizaba, que se
sentían (y siguen
sintiéndose) identificados deportivamente y
orgullosos de decir
que Orizaba es
la cuna del
futbol <mexicano>, sino
que también me
hizo comprender porque
sentían enojo de
saber que hay
quienes no opinan lo
mismo, además que
contribuyó a cambiar
el enfoque de
mi investigación (que
pretendía ser puramente
documental) a afinar
el tema y
seleccionar los métodos
apropiados, por lo
que decidí abordarla
primeramente bajo el
rigor de la
técnica del análisis
lingüístico (interno y
externo) de las
obras más conocidas
e influyentes sobre
el tema y
de sus fuentes
de información, con
el fin de
determinar el significado
y la confiabilidad
de los datos
que contienen tanto
los libros, revistas,
reportajes y notas
periodísticas como los
videos, relatos de la tradición
oral y testimonios
de aficionados, jugadores
y directivos del
futbol profesional.
En 2011
decidí presentar una
versión resumida de
mi análisis en
un video de
treinta minutos que
participó en la
categoría de reportaje
noticioso dentro del
Festival Nacional para
profesionales de cine,
video y televisión
“Pantalla de Cristal”,
organizado por la
Revista Telemundo, en
el cual fui
nominado finalista junto
con cinco de los mejores
reporteros del programa
“Los Reporteros” de
Televisa; y en
agosto 2012, tuve
la satisfacción de que mi
tésis acerca de
que la cuna
del futbol asociado
inglés está en
la ciudad de
México fuera publicada
en la edición
especial de Historia
de México de
la Revista QUO,
como parte importante
del reportaje titulado
“Bolita por Favor”
escrito por José
Luis Tapia.
Estoy convencido
que todo el
esfuerzo realizado hasta
ahora ha valido
la pena porque
descubrí muchas cosas
sobre el tema,
y aunque estoy
consciente de que
se trata de
una lucha muy
desigual entre el
poder del Club
Pachuca, sus medios
de difusión masiva
y otros asociados,
y un solitario
comunicólogo, ahora estoy
en condiciones de
ofrecer a la
afición mexicana al
futbol asociado y
a toda la
población en general
(que son mi
público meta y
el centro de mi interés
informativo profesional), una
visión diferente e
imparcial sobre la
cuna del futbol
asociado inglés en
México, basada en
la objetividad que
le confieren los
hechos, los documentos
originales, las fuentes
primarias de información
y el concepto
lingüístico de la
expresión, no lo
que yo quiera
imponer que debe
entenderse por “Cuna
del Futbol en
México”.
El objetivo
es develar, entre
otras cosas, que “Pachuca: cuna
del futbol” y otras obras son una “verdadera historia
indocumentada”, inventadas, sin elementos objetivos
como documentos, fechas,
lugares y personajes precisos o
fotografías de los eventos
declarados, la cuales, sin embargo,
tienen gran influencia
y eficacia sobre los
aficionados al futbol y entre muchos ciudadanos, y les han
permitido a los
actuales directivos del
Pachuca ganar las
primeras batallas al
apropiarse virtualmente de
la historia de
un suceso trascendental
del futbol asociado
inglés en México,
que aún está por aclararse
y oficializarse.
L.C.C. Jorge
Cruz Teista
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